ÍNDICE DE LA PÁGINA
Índice Introducción:
Naturaleza de los milagros I.- Los estados alterados de
conciencia: los éxtasis. § Produciendo el éxtasis § Estados de trance, raptos y arrobamientos §
El poder del éxtasis II.- Las experiencias visionarias § Causas de las visiones § Clases de visiones § Locuciones §
Apariciones marianas III.-
El túnel del tiempo: la
clarividencia. § Viendo lo invisible § Clarividencia viajera: los saltos en el tiempo §
Las precogniciones: los “saltos al futuro” IV.- Apocalipsis ya:
las profecías. § La batalla entre el Bien y el Mal § El Juicio Final §
Armageddón: El Planeta Rojo V.- La herida luminosa:
los estigmas. § Stigmata: Subida al Gólgota § Un fenómeno extraordinario §
Investigaciones médicas sobre los stigmata VI.- Los carros de fuego:
levitaciones y bilocaciones. § Levitaciones §
Bilocaciones VII.-
Levántate y anda: las
sanaciones. § La autosugestión y la fe §
Carisma lamaton VIII.-
Hermano sol, hermano lobo: El control de la materia.
§ Milagros en la naturaleza § Milagros con animales §
Multiplicando panes y peces IX.- Olores de santidad:
prodigios “post-mortem”. § La preservación de los cuerpos § Prodigios post-mortem §
El poder de las reliquias
Resumen de la obra
La obra “Los milagros de los santos” es una recopilación de hechos milagrosos protagonizados por santos. Es fruto de una meticulosa selección, necesaria en un campo tan amplio como éste. Se han descartado todos aquellos hechos procedentes de una hagiografía que no es rigurosa con la historia, más propia de otros tiempos y otras mentalidades. En este sentido, milagros como los relatados en la famosa “Leyenda dorada”, de Santiago de la Vorágine, no han tenido cabida en este libro, por estar muchas veces mezclados con leyendas. El criterio fundamental de selección ha sido el de la veracidad y, subsidiariamente, el de la actualidad, en el sentido de que hemos optado por incluir los milagros más “clásicos”, lo cual no quiere decir que sean conocidos. Precisamente este es el objetivo central de la obra: dar a conocer un rico patrimonio de la Iglesia, que corre el peligro de perderse en un mundo como el de hoy, tan secularizado. Siempre me ha resultado sorprendente que, mientras que el descreimiento ha llevado a una parte de la sociedad a no tomar en serio los milagros, las mismas personas que dicen no creer en estos hechos extraordinarios son luego capaces de creer en los poderes mágicos de los amuletos que llevan encima, o de buscar “ovnis”, investigar sobre fantasmas, y lanzarse a la caza de fantasías seudoesotéricas que les den una seudotrascendencia. Otro fenómeno curioso –por no decir aberrante—es que se ha dado de lado a muchas creencias que formaron parte de nuestra historia y nuestra cultura, para buscar esas mismas creencias en otras culturas extrañas y lejanas, o para caer en las supersticiones de las numerosas “mancias”, ocultismos baratos y esoterismos de todo cuño que hoy nos invaden. Se ha creado así una pseudoespiritualidad muy dañina, que aleja a la gente de la religión para echarla en brazos de la superchería. Está claro que la gente no puede vivir sin trascendencia, sin la dimensión del misterio, de lo sobrenatural y numinoso. Nuestro mundo, tan materialista y deshumanizado, necesita esa dimensión para alimentar y desarrollar el espíritu que todos llevamos dentro, pero esta necesidad de espiritualidad sólo puede ser saciada por la religión, y no por la curiosidad por fenómenos supersticiosos y mágicos. Hacia aquí apunta mi presente libro, que no es sino una obra dentro de un conjunto que he dedicado al tema de los santos. En el mercado hay muchas publicaciones donde, en una misma obra, se relata la biografía de muchos de ellos, de forma escueta. Son obras necesarias para conocer su vida, pero en la vida de los santos hay mucho más que merece ser conocido. Por otra parte, esta obra pretende demostrar que, si lo que buscamos son hechos sobrenaturales que satisfagan nuestra curiosidad y alimenten nuestra necesidad de “magia”, en la tradición cristiana tenemos un rico patrimonio de experiencias “X”, de modo que tampoco en este caso tenemos que buscar cosas “raras” o “misteriosas” en otros sitios, pues el cristianismo los tiene más y mejores, pues estos hechos prodigiosos vienen de Dios, muestran el poder divino, y están bendecidos por la gracia, de modo que su estudio e investigación nos puede ayudar a un mejor conocimiento de Dios, más que a excitar nuestra fantasía y nuestra imaginación. Se trata, en fin, de revalorizar la fe cristiana, diciendo algo así como “No busques fuera lo que la fe cristiana te ofrece”. Tras la publicación en Mayo de 2007por la editorial Desclée de Brouwer de mi obra “Orar con la vida de los santos” —colección de anécdotas y hechos protagonizados por los santos—, y en Enero de 2008 del libro "Orar con la palabra de los santos" —antología de citas de santos, donde se revelan sus pensamientos sobre diversos temas de la vida cristiana—, he preparado una obra dedicada a divulgar los hechos prodigiosos —comúnmente llamados "milagros"— que tuvieron lugar en la vida de muchos de ellos. Repito que me parece que estos hechos no son en absoluto conocidos, excepto algunos de santos muy populares. Me parece, por tanto, que esta obra es necesaria, para legar a las generaciones futuras todo este rico patrimonio que, además de animar a la espiritualidad y robustecer la fe de los creyentes, puede, además, servir de entretenimiento, pues satisface la necesidad de trascendencia y sobrenaturalidad que todos tenemos. Personalmente, creo que no podemos prescindir de los milagros cuando consideramos nuestra vida de fe. Como decía Nicodemo en el evangelio: “Maestro, sabemos que vienes de parte de Dios, porque si no, no podrías realizar los milagros que haces”. Esta es una clave importante: los milagros nos hacen ver que los santos vienen de parte de Dios, que Dios está con ellos, que todo lo que hicieron y dijeron debe ser cierto, puesto que Dios refrenda y aprueba sus vidas concediéndoles el don de hacer prodigios en favor de la Iglesia y del Reino de Dios. Pues, en última instancia, es siempre Dios quien realiza el milagro. |